El presidente francés, Nicolas Sarkozy, advirtió hoy de que habrá que derivar responsabilidades, y al más alto nivel, del caso de Société Générale, después de que el banco perdiera 4.900 millones de euros por un fraude del que la entidad acusa a uno de sus operadores de mercado. "Cuando hay un acontecimiento de esta naturaleza, no puede quedar sin consecuencias sobre las responsabilidades", señaló Sarkozy, que insistió en que cada actor se debe interrogar sobre sus responsabilidades.

Preguntado sobre si se refería al presidente de Société Générale, Daniel Bouton, el jefe del Estado respondió que no quería hacer juicios personales, pero añadió que "cuando se tiene una fuerte remuneración, (...) uno no se puede exonerar de responsabilidad". Después de descubrirse el presunto fraude el pasado día 18, Bouton presentó su dimisión al consejo de administración, que le pidió que continuara en el cargo. Las acciones de Société Générale, que ya habían caído un 13,44% la semana pasada, perdieron hoy un 3,82%, aunque durante la mañana habían sufrido un bajón de hasta el 10%.

Al cerrarse la sesión en la Bolsa de París, sus títulos valían 71,05 euros, frente al máximo de 158,42 euros alcanzado el pasado mes de mayo, con lo que su capitalización se ha reducido a menos de 35.000 millones de euros. El operador acusado por el banco del fraude, Jérome Kerviel, comparecía hoy ante el juez con vistas a su procesamiento, solicitado por la Fiscalía, que quiere imputarle cargos que podrían conducir a una condena de hasta siete años de cárcel y a una multa de 750.000 euros.

Al margen de este presunto fraude, la Autoridad de los Mercados Financiero (AMF) ha constatado que uno de los administradores de Société Générale, el estadounidense Robert A. Day, hizo una venta masiva de títulos del banco el pasado día 9, nueve días antes de que se hiciera público el fraude. Las revelaciones de la AMF, que hablan de una cesión de acciones de Day por 85,745 millones de euros, han llevado a grupos de accionistas a la presentación de denuncias por uso de información privilegiada.

El mismo día 18 en que Société Générale dijo haber sido del fraude atribuido a Kerviel, que le ha costado 4.900 millones de euros, también reconoció que establecía provisiones de más de 2.000 millones de euros en sus cuentas del cuarto trimestre de 2007 por la crisis de los créditos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos.