El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha anunciado hoy que mantiene la base de su programa de reforma de las pensiones, en particular el retraso hasta los 62 años de la edad mínima de jubilación, pese a las masivas manifestaciones contra este plan.

El jefe del Estado ha asegurado que no se plantea rectificar este punto de su plan, que considera "el más razonable" para garantizar el futuro del sistema de pensiones.

Sarkozy ha asegurado que está "atento" a las preocupaciones de los manifestantes que ayer ocuparon las calles de las principales ciudades del país, llamados a una huelga general por las organizaciones sindicales.

Los sindicatos aseguran que dos millones y medio de personas se manifestaron en todo el país, una cifra que la policía situó en poco más de un millón.