El Banco Santander ganó el año pasado 7.596 millones de euros, el 22% más que en el 2005, lo que permitió a su presidente, Emilio Botín, definir el ejercicio como "redondo". La cifra sitúa a la entidad como el séptimo banco del mundo por beneficios.

Un exultante Botín comenzó la presentación de resultados anuales invitando a la prensa a visitar la Ciudad Santander, en Boadilla del Monte (Madrid), la sede financiera más importante "del mundo", adonde se han trasplantado 250 olivos milenarios y que atiende a 380 niños en su guardería, en palabras de un orgulloso presidente. En este clima, descartó realizar grandes compras inmediatas --"ya no hay oportunidades como las de Abbey"--, negó varias veces la posibilidad de hacer ampliaciones de capital superiores al 5%, al menos durante un año, y defendió la política de comisiones cero de la entidad, frente al escepticismo que la medida plantea entre sus colegas del sector.

China, Italia y Polonia Sobre la apertura de horarios de oficinas por la tarde, pasó la palabra al consejero delegado, Alfredo Saénz, quien afirmó que hace años que el banco aplica la flexibilidad en los horarios de sucursales y que se irán adaptando a lo que requiera el mercado.

Aunque el Santander no hará adquisiciones notables a corto plazo, Botín reconoció que tiene interés en entrar en China, que sigue mirando al mercado italiano para crecer "en operaciones de consumo" y confirmó que estudia la compra de 12 sucursales del banco BHP, que fue de Unicrédito, en Polonia. En un mes anunciarán si compran o no.

Desmintió los rumores de compra del holandés ABN Amro y recordó que sin una ampliación de capital es imposible comprar un banco de ese tamaño. "No nos lo van a regalar", dijo entre risas. Luego, tildó los rumores de "impresentables".

Botín eludió varias veces concretar si va a ejercer la opción de compra del 75% de Sovereign, el banco norteamericano del que el Santander controla un 25% y tiene una opción de compra abierta hasta el 2009. Sí que aclaró que el consejo del banco estadounidense no le había invitado a realizar esa compra ahora, para la que necesitaría unos 7.000 millones, a los valores actuales de mercado. El Santander tiene suficientes plusvalías y desinversiones previstas para afrontar esa compra, aunque el banquero aseguró que el 30% del banco en Cepsa solo se venderá cuando le paguen lo que vale.

La economía va bien "España va bien" dijo Botín, quien aseguró que está "satisfecho" con la evolución de la política económica desarrollada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y calificó de "brillante" la labor que las constructoras están haciendo, al diversificar riesgo y entrar en los sectores energéticos. Es una política "prudente", agregó.

La acción del banco cántabro se revalorizó un 27% el año pasado y aunque Emilio Botín considera que no está del todo bien valorada, al menos va consolidando la posición "entre los primeros bancos del mundo en capitalización bursátil".

El pasado lunes, el consejo de administración aprobó un aumento del dividendo por acción del 25%, con lo que la retribución total con cargo al año pasado será de 0,5206 euros por acción. El presidente del Santander subrayó que la entidad se encuentra en unas condiciones "tan favorables" como las que ha tenido en los últimos años para aumentar la diferencia entre su banco, que está entre los mejores, y "el pelotón".