El canciller alemán, Gerhard Schroeder, mostró ayer su disposición a negociar una gran reforma fiscal con la oposición conservadora, que a su vez subrayó su voluntad de hallar un acuerdo interno al respecto.

Al término de una reunión de la cúpula del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), que preside, el canciller puso como condición que la Unión Cristianodemócrata Alemana y su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), se pongan de acuerdo en torno a una propuesta común.

Si ese acuerdo se produce, el Gobierno estaría "en lo fundamental dispuesto a negociar", dijo Schroeder, quien calificó las propuestas presentadas hasta ahora por la CDU/CSU de "poco serias".