La dirección de Seat empieza a mostrar las cartas en la decisiva negociación para conseguir la producción del nuevo modelo Audi Q3 en la planta de Martorell (Barcelona). El presidente de Seat, Erich Schmitt, ha comunicado a los dirigentes sindicales que las próximas semanas serán decisivas. Si no consigue una reducción de costes laborales, la empresa ha asegurado que despedirá a 1.500 empleados en septiembre, indicaron fuentes sindicales. Seat ha planteado congelar los sueldos sin recuperación de la pérdida de poder adquisitivo como parte de los sacrificios laborales para conseguir el Q3.