Seat volvió a las pérdidas el año pasado tras un decenio con resultados positivos. Cerró el ejercicio con unos números rojos de 62,5 millones de euros (10.399 millones de pesetas), frente a las ganancias de 144,9 millones registradas en el 2004.

Las principales causas fueron la caída de los ingresos por ventas (un 10,1% menos), con especial incidencia en los mercados exteriores, los costes de la reestructuración de plantilla (50 millones de euros) y el esfuerzo inversor para la nueva gama de modelos, según la empresa.

El presidente del comité ejecutivo de Seat, Andreas Schleef, explicó que la compañía prevé volver a obtener números negros "antes del 2008", y advirtió de que "es la última oportunidad para esta marca en un entorno tan competitivo" como el del motor. Añadió que era "optimista" sobre el futuro, puesto que la empresa "había hecho los deberes" y ahora tiene mucho potencial gracias a un buen producto y una factoría competitiva.

DIFICULTAD ECONOMICA Schleef justificó gran parte del descenso de ventas en las dificultades económicas del entorno. Aseguró que la reestructuración de plantilla --que se saldó con 646 despidos y 300 bajas voluntarias-- no se debió a esta circunstancia, sino al objetivo de tener "una estructura más ajustada a las necesidades de la compañía y para garantizar su competitividad". Garantizó que no habrá reestructuraciones adicionales.

La única autocrítica fue el reconocimiento, por parte de Schleef, de que en los últimos años habían estado demasiado centrados en los ingenieros y sus proyectos, y que ahora debían dedicar más atención a la marca.

La empresa registró 185 millones de pérdidas de explotación, a las que se sumaron 106 millones más de resultados extraordinarios negativos. Los ingresos de dividendos en sociedades participadas --la fábrica de Navarra y las redes de distribución y comercialización, básicamente-- y por temas fiscales sumaron 229 millones, que permitieron reducir las pérdidas. La factoría de Martorell (Barcelona) produjo 384.898 vehículos con marca Seat, lo que supuso un descenso del 7,6% frente al 2004. Se vendieron 422.246 unidades, un 4,5% menos, de las que 270.719 fueron para la exportación (7% menos) y 151.527 para el mercado español (0,6% más).