Un grupo de 141 trabajadores de Seat de los 646 que fueron despedidos en diciembre del 2005 se mantienen a la espera de que la compañía cumpla el compromiso de readmisión. Los afectados aseguraron ayer que el motivo para eludir la readmisión, cuyo plazo acaba a final de diciembre, es que denunciaron a Seat en los tribunales.

Entre los 141 despedidos pendientes de volver a Seat hay 33 trabajadores a los que los jueces han declarado nula la rescisión de contrato, que conlleva la reincorporación. Estos empleados ya cobran de Seat, pero no tienen asignado un puesto de trabajo.

Para Diego Rejón, de CGT, el bloqueo del reingreso de estos empleados es "un caso claro de discriminación". La empresa comunicó a los sindicatos que está a la espera de que las sentencias sean firmes.

El presidente del comité de empresa, Matías Carnero, de UGT, manifestó su desacuerdo con la decisión de la empresa de evitar la reincorporación hasta agotar la vía judicial, aunque mostró su confianza en que la compañía acabe cumpliendo el compromiso firmado en diciembre del 2005. Según Carnero, el departamento de personal está todavía realizando revisiones médicas previas a la contratación de los afectados, y recordó que otros 245 trabajadores han vuelto a la fábrica antes del plazo estipulado.

JOVENES BARATOS Los despedidos criticaron que, mientras siguen en paro, Seat haya contratado a 128 empleados no afectados por el expediente de regulación del 2005. En muchos casos, se trata de jóvenes que entran con la categoría más baja para cubrir vacantes en puestos asignados a contratos de relevo.