Otra de las causas que explican la rebaja de los precios de los portátiles es la alta rotación de los modelos. "Una campaña para un portátil dura un máximo de ocho semanas. Luego ya hay otro modelo. En las impresoras o cámaras, por ejemplo, se tardan cinco o seis meses en tener la próxima novedad, mientras que en los ordenadores de sobremesa hablamos de un año", dice Xavier Regué, director de la división de consumo de HP.

A ello contribuyen las características cerradas de un portátil, que apenas admite más ampliación que la memoria, pese a que algunas tiendas ofrezcan garantías de actualización de piezas. También la fiebre por el diseño ha llegado a estas máquinas y ha hecho que abunden modelos con logos de marcas o colores variados. Además, las necesidades creadas por los nuevos procesadores les han dado más potencia gráfica.