El Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) abre mañana sus puertas con una oferta nacional más reducida, pero con mayores oportunidades para unos potenciales clientes que llevan meses retrasando su decisión de compra a la espera de conseguir precios más bajos y mejores condiciones de financiación. Eso es precisamente lo que van a encontrar los visitantes de la feria, en la que los empresarios del sector inmobiliario confían en animar un poco las ventas. Para ello han recurrido a la imaginación para dar salida a su estoc de vivienda con importantes rebajas y facilidades de pago.

Así, hay inmobiliarias que ofrecerán descuentos directos, como la constructora castellonense Lubasam, que presentará unas 100 viviendas con una rebaja del 20%, al tiempo que ofrecerá financiación para la diferencia entre el precio del inmueble y la hipoteca concedida por el banco. Otras no harán descuentos directos, pero devolverán parte del importe del piso, como el grupo cordobés Prasa, que a lo largo de un año pagará al comprador el 3% del valor de compraventa. En el caso de Zapata, promotora de la zona sureste de Madrid, la rebaja puede llegar hasta el 13,5%, ya que para una de sus promociones da la posibilidad de alquilar con opción a compra, descontando del precio final todo lo pagado en concepto de alquiler (950 euros más IVA) siempre que la vivienda sea adquirida antes de tres años. Esta fórmula también la pondrá en práctica Urbas-Guadahermosa, que además repartirá cheques de 2.000 euros por cada hijo menor de un año que tenga la familia compradora y pagará 30 euros por cada mes de antigüedad de la cuenta del comprador. En total, los visitantes se encontrarán con una oferta nacional de 116.399 viviendas, 40.000 menos que en la pasada edición.