La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) propuso ayer que se establezca por ley una tarifa mínima para el transporte de mercancías por carretera, a modo de un salario mínimo interprofesional (SMI) para el sector, y sanciones en caso de que se incumpla, como condición indispensable para desconvocar el paro indefinido previsto a partir del próximo 8 de junio.

En opinión de Fenadismer, la fijación de un precio mínimo de transporte es la única fórmula de garantizar que los transportistas cobran "lo mínimo para compensar los costes de explotación". La patronal denunció que, pese al fuerte encarecimiento del gasóleo en el último año (en mayo alcanzó la media de 1,30 euros por litro), los camioneros no pueden subir sus precios por la negativa de los clientes. "La crisis ha descuadrado los presupuestos de las empresas, que quieren paliar el déficit de otras partidas ahorrando en transporte. Pero es de locos pensar que el transporte sea el colchón que absorba el incremento del combustible", declaró Julio Villaescusa, presidente de Fenadismer. Según sus datos, el carburante suma el 40% del coste de explotación de un camionero, frente al 30% del pasado año. Traducido a euros, y tomando como referencia el precio del gasóleo en mayo, la factura anual de combustible de un camión tipo es de 60.000 euros, el 36,8% más (16.170 euros) que en el 2007.

En contra del argumento del Ministerio de Fomento, Fenadismer asegura que la fijación de tarifas en el sector encaja en la legalidad y el respeto a la libre competencia con el objetivo de evitar las ofertas de servicios por debajo de coste (dumping) .

El del transporte no es el único sector que vive con tensión la escalada del gasóleo. El goteo de flotas pesqueras en huelga se amplió ayer con más puertos en Andalucía, Cataluña y Cantábrico como paso previo al paro general en Europa y la manifestación previstos para mañana y a una segunda fase de movilizaciones para la que el sector planea actuar contra los hipermercados en protesta por el desplome del precio de las capturas.

Las acciones contra las grandes superficies comerciales pueden iniciarse la semana próxima, según la propuesta del sector. Los armadores y pescadores pretenden atacar el segundo problema que sufren, que es el hundimiento de precios en las lonjas debido a la importación de pescado barato de otros países.

INICIATIVA FRANCESA El sector pesquero francés ha tomado la delantera en las protestas contra la gran distribución con una acción llevada a cabo ayer en un centro comercial en Vitre, en la que se apropiaron del pescado y lo distribuyeron gratuitamente.

Las organizaciones que representan a los armadores y cooperativas pesqueras de la UE pidieron ayer al comisario europeo de Pesca, Joe Borg, medidas inmediatas ante "la mayor crisis en 100 años del sector", según declaró el secretario general de la española Cepesca y vicepresidente de Europesca, Javier Garat.

Los pescadores expusieron que desde el 2003 hasta ahora el precio del carburante ha subido el 320% para el sector, hasta los 0,75 euros por litro, mientras que el del pescado ha caído el 25% y se vende a los niveles más bajos de los últimos 20 años.