En un intento de salvar el bloqueo legislativo alrededor del plan de rescate público de la deuda tóxica de Wall Street, el Senado de EEUU tenía previsto votar esta madrugada (hora española) una versión retocada del proyecto de ley que el lunes fue rechazado en la Cámara de Representantes. Los líderes de ambos partidos confiaban en que la ley se aprobaría, lo cual devolvería la pelota al tejado de la Cámara de Representantes, donde una coalición de derechistas del Partido Republicano y de izquierdistas del Partido Demócrata derrotó el plan. Sin la luz verde de las dos cámaras del Congreso, el presidente, George Bush, no puede rubricar la ley ni la Administración ponerla en práctica.

El voto del Senado se convocó después de que el martes los líderes de ambos partidos en la Cámara acordaran algunas reformas al plan original con la intención de contentar a los conservadores de la Cámara de Representantes. Así, el plan incluye ahora un aumento de 70.000 a 175.000 euros del monto de los depósitos bancarios garantizados por el Estado (como propusieron los dos presidenciables, John McCain y Barack Obama) y un paquete de ventajas fiscales para empresarios. Así se intentan salvar las reticencias de los representantes, que vuelven hoy al trabajo tras dos días de parón por una festividad judía en los que el Congreso ha sido duramente criticado en los medios por su incapacidad para dejar de un lado las preocupaciones electorales y partidistas para solucionar la crisis financiera.

McCain y Obama --que junto al número dos demócrata, Joe Biden, viajaron a Washington como senadores con la intención de votar a favor del plan-- se pasaron ayer el día apelando a la responsabilidad de los representantes y recordando las catastróficas consecuencias para la economía que tendría que no se aprobara una ley para evitar la caída de Wall Street. "Haced lo que es lo correcto para el país, aunque no sea popular, porque el tiempo de actuar es ahora", instó Obama a los congresistas rebeldes. "Si la ley vuelve a fracasar, la actual crisis se convertirá en un desastre", opinó McCain.

SIN CONTROL Las miradas --sobre todo si el Senado no da otra sorpresa-- recaen en la Cámara de Representantes. John Boehner, líder de los republicanos en la Cámara, dio su visto bueno a los cambios en la legislación, pero qué ocurrirá cuando esta deba ser votada sigue siendo una incógnita, ya que si algo se demostró el lunes es que los líderes ya no controlan a sus grupos.