La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) decidió ayer adjudicar la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) al consorcio encabezado por la constructora Sacyr y el Santander Central Hispano (SCH) por 1.586 millones de euros (263.888 millones de pesetas). La oferta supera en un 44% el precio mínimo fijado por el Estado y también es significativamente mayor a las propuestas de los otros dos grupos, y no tres como se creía, que continuaron en la puja.

Sacyr y el SCH han integrado dentro del consorcio a Caixanova, Caixa Galicia y El Monte además de contar con la participación del grupo Torreal, del financiero Juan Abelló. La alianza se compromete a mantener inalterada la empresa de autopistas y a conservar el 51% de las acciones durante cinco años.

El Gobierno asturiano ha anunciado que presentará un recurso contra la privatización porque "incurre en fraude de ley" y "grava" el tramo de la A-66 que gestiona la filial de ENA, Aucalsa.

El presidente de la Sepi reveló que uno de los cuatro grupos que pujaban se limitó a presentar el pasado lunes un sobre en blanco en vez de la oferta económica.

Todo apunta a que el sobre vacío pertenecía a la alianza formada por la constructora OHL y la sociedad de capital riesgo británica Apax Partners. El presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, se había quejado con anterioridad de que el precio mínimo exigido por la Sepi (1.100 millones de euros) era muy alto, lo que argumentaron Abertis y Brisa.

El resultado final es que, de las cinco ofertas que llegaron a la fase final, sólo han pujado el grupo ganador: Ferrovial con Caja Madrid y Unicaja, y el consorcio entre Acciona y FCC.