La Audiencia de Barcelona absolvió ayer a la excúpula de Caixa Catalunya por el caso de los sobresueldos, entre ellos el exdirector general de la entidad Adolf Todó y el expresidente Narcís Serra. Los 41 altos cargos de la entidad estaban acusados de haber elevado sus retribuciones en el 2010, en plena crisis financiera y de la propia caja, que más tarde requirió en torno a 12.000 millones de euros en ayudas para su rescate.

El expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra recibió la noticia con satisfacción en la propia sala de vistas: «Estaba seguro de que la sentencia iba a ser absolutoria», afirmó tras anunciarse el fallo. «Lo ves, lo ves, ya te dije que no eras ningún delincuente», le dijo Serra a otro de los acusados entre felicitaciones mutuas y llamadas a la familia. Aseguró Serra en ese momento que no era una sorpresa la sentencia y destacó la fortaleza de los argumentos aportados por todos los acusados durante el juicio y el papel relevante del testimonio de los responsables del Banco de España, que reconocieron que la institución siempre estuvo al corriente de las decisiones de los responsables de Caixa Catalunya. Todó, siempre reacio a hablar con los medios de comunicación durante todo el proceso, se mostraba visiblemente emocionado y solo reconoció que estaba «muy satisfecho», mientras llamaba con su móvil para dar la noticia.

El balance del trance judicial ha sido la absolución legal, por falta de hechos punibles, pese a la reprobación pública sufrida tras airearse los ingresos de consejeros y directivos en momentos de apreturas para la mayoría. La sentencia concluye que «los hechos declarados probados no son constitutivos del delito de administración desleal ni del de apropiación indebida sostenido por las partes acusadoras».