Las fiscalías de Milán y de Parma preparan nuevas actuaciones relacionadas con el escándalo financiero del grupo agroalimentario Parmalat. La policía italiana detuvo el pasado miércoles a siete personas relacionadas con el caso --incluyendo a dos directores financieros de la empresa y a dos auditores externos--, y hoy podría recibir información de diversos bancos estadounidenses y latinoamericanos sobre varias operaciones.

El fundador de Parmalat, Calisto Tanzi, fue detenido el pasado sábado y ha admitido ante los jueces haber desviado unos 500 millones de euros (83.193 millones de pesetas). Los nuevos detenidos, que serán interrogados hoy, han sido acusados de colaborar con Tanzi en el desvío de dinero, de falsear las cuentas de la empresa y de forzar una bancarrota fraudulenta. Con una plantilla de unos 36.000 trabajadores, Parmalat tiene un agujero que podría superar los 10.000 millones de euros (1,6 billones de pesetas).

REPERCUSIONES EN EEUU Las fiscalías de Milán y Parma han iniciado ya el proceso de intercambio de información con funcionarios de la Comisión del Mercado de Valores (SEC, en sus siglas inglesas), el organismo de control bursátil de EEUU. La SEC ha presentado una denuncia por presunta estafa ante un tribunal federal estadounidense. Parmalat colocó en el mercado norteamericano obligaciones por valor de 1.190 millones de euros en los últimos años.

Según fuentes judiciales, Bank of America podría interponer una denuncia por falsedad de un documento que acreditaba la posesión de 3.950 millones de euros en las islas Caimán, a través de la filial del grupo Bonlat.