Las medidas que está tomando el Gobierno han colocado al país "a las puertas" de que la tasa de paro se instale por encima del 22% durante "un largo periodo de tiempo". Y ese es solo uno de los negros augurios que esgrimieron ayer los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, para justificar la convocatoria de huelga general del 29 de septiembre.

Las centrales quieren y necesitan que la protesta sea un éxito. La reforma laboral que hoy aprueba el Congreso fue la gota que colmó el vaso y que provocó la convocatoria de la protesta. Con los malos datos del paro de agosto, según los líderes sindicales, se ha demostrado que el desempleo y la temporalidad han seguido al alza pese a los cambios, en contra de lo esgrimido por el Ejecutivo.