Los sindicatos CCOO y UGT coincidieron ayer en la prioridad de preservar la naturaleza jurídica de las cajas. Ambos valoraron el clima de consenso logrado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, sobre la necesidad de reestructurar el sector.

En opinión de CCOO, los cambios deben dirigirse a "reforzar la capitalización, mantener el modelo social y mejorar la gestión profesional de las cajas". El sindicato liderado por Ignacio Fernández Toxo considera una condición "inexcusable" que la administración y el control de las entidades siga a cargo de "los representantes de la ciudadanía, las plantillas, la clientela y la sociedad civil a través de sus órganos de gobierno". CCOO subraya, además, que el empleo en el sector es "la principal preocupación", por lo que "son imprescindibles los acuerdos laborales que garanticen el mismo y la cohesión laboral de las plantillas".

Antonio Muñoz, responsable de cajas de la Federación de Servicios de UGT, destacó la necesidad de blindar "el papel social" de estas entidades y de limitar la entrada de capital privado. "Según como se haga la reforma de las cuotas participativas podría ser el fin de las cajas como en el resto de Europa", avisó a la vez que pedía una mesa de diálogo sobre el futuro del sector.

EVITAR LA "BANCARIZACION" El secretario general de UGT, Cándido Méndez, destacó, tras clausurar en Madrid la V Cumbre Sindical UE, América Latina y Caribe, que el acuerdo entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición para la reestructuración de las cajas puede ser "útil". Méndez reclamó, no obstante, "rapidez" en su concreción. Y agregó que el proceso no puede convertirse en una "vía para bancarizar" las cajas.

Las líneas maestras acordadas por José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy fueron del agrado de la patronal de las cajas, la CECA. De hecho, se parecen a lo que su nuevo presidente, Isidre Fainé, reclamó al tomar posesión recientemente. Destaca la mayor facilidad para obtener capital y limitar el peso político en los órganos de gobierno.