El diputado del PSOE y exsecretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, simbolizó con su abstención en la votación de la reforma laboral el malestar interno por parte de algunos dirigentes y militantes sindicales que forman parte de las filas socialistas. Gutiérrez apeló al "respeto a la libertad de expresión" para justificar su decisión de romper la disciplina de grupo con su voto.

Gutiérrez intentó restar dramatismo a su "discrepancia puntual". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, negó que el gesto le haya molestado. "Le tengo un gran aprecio y respeto mucho su opinión", afirmó el jefe del Ejecutivo a la salida del pleno celebrado en el Senado.