Ante la avalancha de críticas recibidas, la Société Générale (SG), que en diciembre recibió una ayuda del Estado de 1.700 millones de euros, anunció ayer que cuatro directivos beneficiarios de un plan de opciones sobre acciones (stock options ), aprobado el miércoles, renuncian a ejecutarlo. Ayer, desde Bruselas, el presidente Nicolas Sarkozy calificó el plan de "inadmisible". "No se puede solicitar dinero público y hacer un plan generoso de distribución de acciones y de bonos", dijo.

El director general de Société Générale, Frédéric Oudea, recibía 150.000 títulos; el presidente, Daniel Bouton, 70.000, y otros dos directivos, 50.000. Las opciones sobre acciones, a ejecutar en un plazo de tres años, estaban ligadas teóricamente a los buenos resultados en los mercados bursátiles, pero partían de una acción tan baja que el beneficio era seguro.