Recesión. Esa palabra de la que los políticos huyen como del demonio fue pronunciada ayer por el vicepresidente económico, Pedro Solbes. "La posibilidad de recesión está ahí, y esa es una preocupación", admitió ayer durante una entrevista en la cadena SER pero, a la vez, aseguró que esa es una hipótesis que, por ahora, no maneja el Gobierno.

Técnicamente se suele considerar que se produce una recesión cuando una economía se contrae, es decir, cuando registra un decrecimiento durante dos o más trimestres consecutivos. El máximo responsable de la política económica española reconoció que el tercer y cuarto trimestre de este año registrarán una evolución parecida a la del segundo, "rozando el larguero, con un crecimiento prácticamente cero". Y confió en que "la luz empezará a verse durante la segunda mitad del 2009".

Los datos demuestran que en la economía española se ha registrado una abrupta desaceleración. Tras crecer el 3,7% el año pasado, en el primer trimestre de este ejercicio el crecimiento interanual fue del 3,3% y en el segundo, del 1,8%; y el intertrimestral ya se limitó al 0,1% en el periodo abril-junio.

Solbes recordó que en la Unión Europea (UE) ya se ha registrado un trimestre de descenso del PIB. En este sentido, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, pronosticó, en línea con los vaticinios de Solbes, que España y la zona euro crecerán en línea con su potencial en menos de dos años. En España, los expertos sitúan ese nivel en entre el 3% y el 3,5%. "En términos medios, podemos tener cifras de crecimiento en línea con el potencial en el 2010", explicó en Fráncfort.

La Comisión Europea volverá a recortar hoy sus previsiones de crecimiento para la zona euro y la UE. El progresivo empeoramiento de la economía tras las turbulencias financieras que comenzaron el verano del año pasado con la crisis hipotecaria en EEUU obligarán a rehacer de nuevo los pronósticos oficiales.

En este contexto, se da por hecho que ni los países del euro crecerán este año el 2,5%, ni los 27 que conforman la UE, el 2,7%, como vaticinó la Comisión en mayo pasado. En sus últimos cálculos, Almunia ya rebajó el crecimiento de la zona euro al 1,7% en el 2008 y al 2% en la UE. Son cifras que, una vez conocida la caída del PIB comunitaria en el segundo trimestre, resultan ya demasiado optimistas. El crecimiento intertrimestral en el periodo abril-junio en la zona del euro registró un retroceso del 0,2%. En la UE fue del 0,1%.

Solbes confió en que el euríbor se estabilizará en lo que queda de año y confirmó que el incremento del paro previsto supondrá un coste adicional de entre 2.500 y 3.000 millones de euros este año.