El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, aseguró ayer en Praga que la situación de la economía española "no es buena", pero destacó que, si se compara con los demás países comunitarios, no es "la peor situación de Europa". Según sus datos, en el último trimestre del 2008 España tuvo "de los resultados menos negativos de la Unión Económica y Monetaria", porque el producto interior bruto (PIB) cayó el 1% entre octubre y diciembre, un dato algo mejor que el 2,1% menos de Alemania, el 1,8% de Italia y el 1,2% de Francia.

El Eurostat, la oficina estadística comunitaria, señala también que la contracción interanual en España fue del 0,7%, inferior también a la de Francia (-1%) y Alemania (-1,6%).

Según Solbes, que asiste en la capital de la República Checa al consejo de ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin), "la situación española no es buena, porque no es buena en ningún sitio". "Aunque no estamos en una posición cómoda, no estamos en la peor situación de Europa", añadió, y no quiso precisar cuándo podría tocar fondo la crisis. "En el segundo trimestre, tercer trimestre, cuarto trimestre... es muy difícil afinar en este entorno", dijo, y advirtió de que, incluso cuando la desaceleración llegue a su fin, los datos interanuales de crecimiento seguirán siendo negativos por un tiempo.

El vicepresidente también rechazó que los planes de impulso puestos en marcha por el Gobierno y, en concreto, el fondo para los ayuntamientos que persigue incentivar la creación de empleos, no estén funcionando. "El hecho de que los datos (de empleo y crecimiento) sean negativos no quiere decir que sin esos programas hubieran sido mejores", recalcó.

´NO´ AL SUPERVISOR UNICO El responsable del área económica del Gobierno se mostró contrario a la creación de un supervisor europeo único para controlar a los bancos con actividades en varios estados miembros, y resaltó que son los supervisores nacionales los que deben seguir ejerciendo ese papel, eso sí, con una mejor coordinación.

"El corazón de la inspección debe mantenerse a nivel nacional", insistió, aunque apoyó la creación de colegios de supervisores para vigilar a los bancos transfronterizos.