Ya nadie se atreve a poner fecha al final de la crisis. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, admitió ayer que las tensiones del mercado financiero, "lejos de remitir, se recrudecen", y por eso pidió tanto al sector público como al privado que hagan un esfuerzo "para mantener la serenidad" que permita el regreso de los inversores a los mercados.

Durante su intervención en el XX aniversario de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Solbes vaticinó que se verán nuevas grandes operaciones de rescate en el sector bancario internacional y subrayó que estamos asistiendo a "una profunda reestructuración del sector financiero". Una vez más, Solbes subrayó que en España, "las entidades financieras son solventes" y su sistema de supervisión goza de alta reputación. En las mismas ideas abundó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. "Hace un año, pensábamos que la crisis de liquidez iba a ser pasajera y que iba a pasar antes. Ya nadie piensa esto. Estamos viendo noticias que hace unas semanas pensábamos que no íbamos a ver", dijo Almunia en el Foro de la Nueva Economía, dando una idea de la dimensión que está cobrando la tormenta financiera. "Hoy no sabemos cuánto va a durar. Sabemos qué hay que hacer y qué no hay que hacer. Pero las soluciones no son fáciles", dijo el comisario Almunia. Lo que recomendó es aumentar la transparencia, mejorar la gestión de riesgos, coordinar la supervisión, mantener la disciplina presupuestaria y flexibilizar mercados, como el laboral.

Y añadió que, aunque no es partidario de utilizar el dinero de los contribuyentes para salvar empresas en crisis, "la utilización del dinero del contribuyente se justifica si sirve para evitar un riesgo sistémico que contamine a toda la economía, en el que todos saldríamos perdiendo más que si no se interviniera". Esto es lo que, según el comisario, avala las últimas intervenciones de los gobiernos de EEUU y de Gran Bretaña para salvar a Merrill Lynch, AIG o el HBOS.