Las diferencias en el crecimiento de las comunidades autónomas españolas responden, según el vicepresidente y ministro de Economía Pedro Solbes, a "la diferente forma en que están ejerciendo su capacidad de regulación". Unas, con políticas liberalizadoras y otras, "aumentando la carga burocrática que, bienintencionadamente, busca proteger a algunos pero acaba frenando el crecimiento de todos".

Aunque no citó expresamente a Cataluña, las palabras de Solbes sonaron como una referencia tácita a la comunidad gobernada por Pasqual Maragall: "Es frecuente abordar el debate autonómico centrándose en el problema de la financiación y olvidando otros elementos clave para entender la evolución de las distintas autonomías".

PORTAVOZ Solbes, que anoche pronunció un importante discurso en el Club Siglo XXI, centró buena parte de su intervención en el nuevo sistema de financiación. No en vano ha sido designado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como portavoz del Ejecutivo ante las propuestas del tripartito catalán. No hay más dinero del Estado para un nuevo sistema de financiación autonómica. Lo único que pueden hacer las autonomías es discutir entre sí el reparto de los recursos. El Gobierno está dispuesto a "coadyuvar activamente" para lograr un consenso entre autonomías lo más satisfactorio posible y a ceder capacidad normativa para que las comunidades puedan subir impuestos si necesitan más recursos.

Solbes y el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, trabajan en los criterios de la reforma. El vicepresidente no descarta que el actual proceso de revisión de los Estatutos autonómicos tenga efectos positivos para la economía si se lleva "sin grandes fricciones", pero "si aumenta la tensión, tendrá efectos negativos".

Tras dar por cerrado el grifo de los recursos estatales, apuntó otras "demandas de cambio" que se deben acometer con rapidez. "Me refiero a dotar a los distintos niveles de gobierno de espacios fiscales propios y avanzar en una mayor transparencia y racionalidad en la decisión sobre las inversiones del Estado".

El aumento de la presión del gasto sitúa a las autonomías ante dos alternativas. "Una. No subir los impuestos y, por tanto, usar exclusivamente los crecimientos de los ingresos públicos derivados del crecimiento general de la economía. O dos. Subir los impuestos a sus ciudadanos. Tenemos que acabar con la ensoñación de que hay una tercera alternativa en la que unos suben impuestos, para que otros obtengan los recursos", dijo Solbes.

ESTABILIDAD En el bloque económico, Solbes, que fue presentado ayer por el exgobernador del Banco de España Luis Angel Rojo, subrayó el compromiso del Gobierno con la estabilidad de las cuentas públicas. "El Gobierno ha hecho de la estabilidad presupuestaria a lo largo del ciclo una de las banderas de su política económica", dijo.

Para introducir este principio, el Gobierno reformará en breve la llamada ley del déficit cero, de modo que, en los momentos de menor crecimiento (inferior al 2%) será posible presentar un déficit de hasta el 1% del PIB por el conjunto de las administraciones públicas (un 0,5% adicional, en caso de fuertes procesos de inversión). Además, "impondrá tanto al Estado como a las comunidades la obligación de lograr superávit en periodos de alto crecimiento", anunció Solbes.