El vicepresidente económico español, Pedro Solbes, ha afirmado que la cumbre del G-20 de Londres no supondrá el fin del capitalismo, pero sí "una redefinición, una mejora muy clara" del sistema financiero internacional que en los últimos años ha demostrado que tenía "fallos muy importantes".

En un encuentro con los medios de comunicación poco después de comenzar los debates en el plenario de la cita, Solbes ha destacado la "clarísima voluntad" de acuerdo de todos los líderes, pero ha admitido que continúan "los diferentes enfoques" sobre la necesidad de adoptar nuevos estímulos fiscales, sobre la reforma del sistema de supervisión y sobre los paraísos fiscales. Según ha dicho, España, en su papel de mediador, intenta "buscar puentes".

Llamamiento a la prudencia

El dirigente comparte la posición europea de que es necesario esperar a conocer los efectos de los estímulos fiscales adoptados hasta el momento antes de dar nuevos pasos, pero en sus intervenciones en los debates toma también en consideración las preocupaciones de EEUU, partidario de mayores esfuerzos.

En este sentido, y en línea con las tesis defendidas por Francia y Alemania, Solbes considera que "hay que ser prudentes", ya que el incremento del gasto en Europa "es mucho menos reversible que en otras zonas".

Como solución de consenso, según ha explicado, se animará a los países que tengan margen de maniobra a que den nuevos pasos, pero se tendrá en cuenta también las iniciativas puestas en marcha en los últimos meses y el gasto público que han comportado.

La aportación al FMI

Si hay acuerdo en la necesidad de hacer un esfuerzo adicional para dotar de mayores recursos al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los bancos multilaterales de desarrollo, con el fin de que las economías emergentes y los países más pobres no se queden sin acceso a la financiación debido a la crisis.

España decidirá su aportación al FMI en el marco de la Unión Europea, que ya ha anunciado un préstamo de 75.000 millones de euros.

Según ha apuntado el vicepresidente económico español, también hay consenso en torno a la necesidad de avanzar hacia la erradicación de los paraísos fiscales, pero se discrepa en torno a si se adoptan ya medidas concretas o si se definen criterios cara al futuro.