La solvencia de la banca española sigue un año más bastante por debajo de la media europea. Las doce mayores entidades financieras del país cerraron junio con un ratio de capital medio del 11,57%, por encima del 11,46% del 2018 pero lejos del 14,41% de las comunitarias, según los datos publicados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA). La única entidad española por encima del promedio es Kutxabank, con un 16,1%.

El banco vasco se mantiene por quinto año seguido como el más capitalizado de España. El resto está por encima de los mínimos legales, pero por debajo de la media comunitaria. Es el caso de BFA-Bakia (13,22%), Unicaja (12,9%), Abanca (12,88%), Liberbank (12,73%), la matriz de Cajamar (12,14%), CaixaBank (11,55%), BBVA (11,52%), Bankinter (11,48%), Ibercaja (11,22%), Sabadell (11,11%) y Santander (11,06%).

Estos ratios se calculan midiendo el peso del capital sobre los activos medidos según su supuesto riesgo y las entidades españolas suelen argumentar que miden de forma más rigurosa dicho riesgo que las europeas. Lo cierto es que si se toma el ratio de apalancamiento, que calcula el peso del capital sobre los activos totales, el sector español está ligerísimamente por encima de la media comunitaria (5,4% frente al 5,2%).

MOROSIDAD / En este caso, hay más entidades por encima del promedio europeo: KutxaBank (7,9%), Abanca (7,2%), BBVA (6,6%), la matriz de Cajamar (5,9%), Ibercaja (5,7%), Unicaja (5,7%), Liberbank (5,6%), CaixaBank (5,5%), y BFA-Bankia (5,4%). Sin embargo, otras siguen estando por debajo también según este indicador: Santander (4,9%), Bankinter (4,8%) y Sabadell (4,6%).

Con la morosidad pasa algo similar. Las entidades españolas han logrado reducirla del 3,75% del cierre del 2018 al 3,47% de junio, pero sigue por encima de la media europea (2,99%). Las tasas más bajas son las de Bankinter (2,56%) y Kutxabank (3,05%), mientras que los peores registros son los de la matriz de Cajamar (6,83%) y Unicaja (5,51%).

La EBA, el regulador bancario europeo, hizo público el viernes los resultados del ejercicio de transparencia al que somete cada año al sistema financiero del continente, con datos individuales de 137 entidades de 27 países y datos agregados de 183 bancos. El capital del sector apenas mejoró entre diciembre y junio (del 14,3% al 14,4%), la morosidad bajó a un ritmo más lento que el año pasado (del 3,6% al 3%), y el peso de las provisiones sobre los activos de dudoso cobro empeoró (del 46% al 44,9%).

La institución, presidida por el español José Manuel Campa, subrayó que una «racionalización» (léase, recorte) de los gastos es la principal palanca para mejorar la «baja» rentabilidad del sector europeo (7%, frente al 7,2% de un año antes y por debajo del entre el 8% y el 10% necesario para captar capital). La EBA, así, advertía de que el deterioro de la economía, los tipos bajos y la «intensa» competencia van a añadir más presión a la rentabilidad, que presenta unas perspectivas «poco prometedoras».

La ralentización económica, añadió, también podría provocar un incremento de la morosidad, particularmente en las pymes y el crédito al consumo. La institución también ha apostado por las fusiones y el cierre de bancos inviables y ha advertido de la alta exposición de la banca española a mercados emergentes (acumula 38% de la total del sector bancario europeo).