El premio Nobel de Economía del 2001, Joseph Stiglitz, se considera "profundamente disgustado" por el hecho de que los banqueros no hayan expresado "la mínima gratitud" por los subsidios recibidos de los contribuyentes, sin los cuales hoy no existirían. En una entrevista con el diario británico The Independent, critica a los bancos por la "desvergüenza" de decir ahora que no tienen dinero para prestar a pymes o a quienes necesitan una hipoteca, cuando han abonado primas "obscenas" por valor de 23.983 millones de euros solo en EEUU.

Según Stiglitz, el Gobierno de EEUU se ha visto reducido al papel de servicio de recogida de basura de los "activos tóxicos" de los bancos. "¿Por qué se ha ayudado tan poco a los propietarios de viviendas?", se pregunta. Esto, dice, habría ayudado a los ciudadanos "a no perder sus casas, frenado la caída de los precios inmobiliarios y protegido a los bancos de la causa de sus problemas: la depreciación de los valores apoyados por las hipotecas".

En otro contundente artículo en The Wall Street Journal, Elizabeth Warren, que dirige el panel encargado de supervisar el rescate del sector financiero en EEUU, afirma que "durante años los consejeros delegados de Wall Street se han deshecho de la confianza de los consumidores como si fuera basura".