Por consenso", según destacó el comunicado oficial del consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI). El exministro socialdemócrata francés Dominique Strauss-Kahn fue elegido ayer en Washington nuevo director gerente del organismo internacional en sustitución de Rodrigo Rato, que abandonará el cargo a partir del 1 de noviembre. Desde Chile, donde se encontraba en el momento de la deliberación del consejo de la institución, Strauss-Khan prometió impulsar "sin demoras" una agenda de reformas del FMI.

"Las reformas son necesarias para que el FMI haga que la estabilidad financiera beneficie a la comunidad internacional, al tiempo que promueve el crecimiento y el empleo", dijo Strauss-Khan. Su nombramiento fue recibido calurosamente por su antecesor. "Posee la experiencia, la visión y la dedicación para liderar de manera exitosa el FMI en esta importante coyuntura", aseguró de él Rato.

AGENDA Strauss-Khan tiene ahora la responsabilidad en sus manos de retomar y ampliar la agenda de reformas ya emprendida por el exvicepresidente del Gobierno español. Unas reformas que tienen como objetivo la redefinición del papel de la institución monetaria en un mundo muy diferente al que había en el momento en que se creó el FMI después de la segunda guerra mundial.

LOS VOTOS La pugna se concentra actualmente en el reparto de los votos en los órganos de gobierno, donde los países emergentes exigen tener mayores cuotas de poder frente a las potencias tradicionales. Otra de las exigencias se orienta a cambiar la tradición por la cual un estadounidense (en estos momentos Robert Zoellick, después del escándalo Wolfowitz ) se encarga de dirigir el Banco Mundial; y un europeo, el FMI.

Strauss-Khan se ha impuesto, con el apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y algunas economías emergentes como India y Brasil, a otro candidato, el checo Josef Tosovsky, presentado por Rusia y autoproclamado candidato de las naciones en desarrollo. Junto a Zoellick, StraussKhan deberá trabajar a partir de ahora con el objetivo de poner al día a dos instituciones que han perdido a sus máximos dirigentes antes de hora y casi a la vez y que reciben duras críticas por su incapacidad para adaptarse a los tiempos que corren.