Trabajan dentro de las plantas de Nissan, junto a los trabajadores de Nissan, pero no están en la nómina de Nissan. Son los "invisibles" que forman parte de la cadena de producción de cualquier gigante de la industria automovilística y que operan bajo fórmulas de subcontractación. En el caso de Nissan, cerca de 1.500 personas operan en el interior de sus plantas catalanas, empleados por firmas como Acciona, Segula, Gestamp, Lear y un amplio etcétera. Un grupo de 300 de ellos, a las puertas del cierre de las factorías, han iniciado los trámites para denunciar cesión ilegal de trabajadores e intentar así blindar sus condiciones de salida.

"Si Nissan se va, no hay trabajadores de primera o de segunda", ha declarado el abogado del Collectiu Ronda y asesor del colectivo, Josep Pérez. La voluntad de estos trabajadores es impugnar el modelo de subcontratación que ha regido hasta ahora y que habilita diferencias salariales de hasta 15.000 euros al año, según han explicado el presidente del comité de Acciona, Juanma Seco. Acciona es la principal subcontrata que trabaja dentro de Nissan (cerca de 500 trabajadores) y que presta servicios logísticos, de limpieza y mantenimiento. "Le ponemos los materiales en la mano a los trabajadores de Nissan", cuenta. "A mi me enseñó hace 20 años mi puesto de trabajo un trabajador de Nissan", añade.

El procedimiento de cesión ilegal de trabajadores, si llega a demostrarse jurídicamente en el caso de Nissan, es similar al que han impulsado otros colectivos como las camareras de piso de los hoteles. La intención de los 295 demandantes es que se les reconozca la vinculación laboral directa con Nissan para así poder tener acceso a las mismas condiciones de salida e indemnización que los 2.525 empleados con los que la firma nipona ya ha comenzado a negociar un ere.

SIN COMUNICACIÓN FORMAL

Las subcontratas y las empresas de componentes están oficialmente a la expectativa de que Nissan les informe formalmente de la intención de cerrar sus factorías catalanas. Algunas, no obstante, ya han comenzado a ajustar sus plantillas y comunicar despidos, como es el caso de Trety o de Magneti Marelli. La firma nipona ya ha comunicado a la Generalitat que unos 16.000 puestos de trabajo indirectos, al margen de los 2.525 empleos directos que pretende finiquitar, se verán afectados por el cierre. Pero formalmente a las empresas de su cinturón de producción no se les ha comunicado nada, según reconocen fuentes consultadas de Nissan.

La dirección de Nissan espera a finiquitar primero el ere de los trabajadores en plantilla. Dependiendo del coste que necesite invertir la dirección para cerrar ese despido colectivo, dispondrá de más o menos recursos para finiquitar sus contratos con subcontratas y proveedores. "Vamos a sufrir directamente esa misma situación y nuestras condiciones de salida van a ser muy, muy penosas", ha alertado el presidente del comité de empresa de Acciona. Esta empresa y sus trabajadores han ido sufriendo el proceso de desmantelamiento progresivo que ha aplicado Nissan con sus factorías catalanas. Hace una década empleaban a 1.200 personas y actualmente son 500.