La bolsa española vivió ayer una jornada histórica. La euforia desatada por las medidas intervencionistas aprobadas por el Gobierno y los reguladores estadounidenses para estabilizar los mercados financieros catapultaron al Ibex, el principal indicador español, hasta los 11.557,90 puntos, con una subida del 8,71%, el mayor repunte desde enero de 1991. En el conjunto de la semana, finalmente, el selectivo ganó el 1,28%.

El plan de Bush insufló ánimo a los inversores tras cinco días de infarto marcados por la bancarrota de Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de Estados Unidos, que resucitó los temores de que la crisis financiera será más profunda y larga de lo previsto. La semana estuvo marcada por su gran volatilidad y, tras la subida de ayer, la banca española terminó con solo dos valores en números rojos. En el conjunto semanal el Santander retrocedió el 0,88% entre rumores de mercado que apuntaban a su posible interés por hacerse con el banco americano Washington Mutual, mientras que el BBVA se dejó el 0,69%.

En cambio, el Banco Popular fue el que lideró las ganancias semanales de todo el selectivo, al anotarse un 20,83%, sin que se hayan disipado por completo rumores acerca de negociaciones para fusionarse con el Pastor. Banco Sabadell progresó el 15,87%; Bankinter, el 13,38%; y Banesto, el 9,12%.

Ayer, todos los valores del Ibex terminaron en verde. Catorce de ellos ganaron más del 10%, siendo el Sabadell el que más recuperó (+18,27%), seguido de cerca por el Popular (+16%), Cintra (+14,21%) y el Santander (+12,96). Al otro lado fue Iberia la que menos aprovechó la sesión: ganó el 1,88%.

En lo que va de año, la cotización de los seis mayores bancos españoles se ha desplomado entre el 14% y el 37%. Las mayores pérdidas desde enero corresponden al Popular (-37%), Bankinter (-34%) y BBVA (-30%), mientras que el Santander ha retrocedido el 23%, más que Banesto (-24%) y Banco Sabadell (-14%).