El salario mínimo español entra en el club de los más altos de la UE. El SMI en España ha subido el 45% en los últimos tres años, una escalada sin precedentes en Europa Occidental. La última actualización a 950 euros, cerrada este miércoles por el Gobierno y los agentes sociales, ratifica a España en el top de la Unión Europea. Si la comparación se hace en términos de poder de compra, es decir, cuánto dinero es necesario para comprar los mismos bienes y servicios en países diferentes, el SMI español se sitúa en el octavo puesto, con 1.191 euros. Resta saber sobre qué impacto está teniendo la evolución del SMI en la pobreza laboral; cómo afecta a los trabajadores que, pese a tener un empleo, no consiguen evitar estar en riesgo de exclusión social.