Uno de los máximos responsables de la aerolínea Swiss, André Dosé, ha encontrado una vía indirecta para que el Gobierno suizo inyecte dinero público en su compañía. Dosé propone que el Estado se haga cargo de una parte del incremento de los costes de aseguramiento por terrorismo que están pagando actualmente.

Precisamente los principales grupos bancarios helvéticos, UBS y Credit Suisse, han decidido retirar la línea de crédito de 342 millones de euros (56.904 millones de pesetas) porque estiman que la compañía no podrá cumplir las condiciones del préstamo.

En vista de la crítica situación en que se encuentra la compañía nacional suiza, sus máximos responsables, Pieter Bouw y André Dosé, se entrevistaron esta semana en Berna con dirigentes políticos y el ministro de Economía, Joseph Deiss, en busca de apoyo.

Ambos aseguraron a sus interlocutores que Swiss tiene asegurada su liquidez este año, pero necesita tomar medidas para el futuro como colaborar con otras compañías aéreas. Según informaciones no confirmadas, la compañía alemana Lufthansa estaría interesada en hacerse con el control de Swiss aunque con determinadas condiciones como la renuncia a su principal centro de conexiones, que es actualmente Zúrich y que pasaría a Basilea.

Un motivo de irritación entre el personal de la compañía es el sueldo anual de 617.000 euros (102 millones de pesetas) que se ha fijado el director financiero de la empresa, Ulrik Svensson.