La tarifa de la luz de último recurso (TUR), la única que fija el Gobierno desde el pasado 1 de julio y a la que están acogidos más de 20 millones de consumidores, subirá en torno al 2,7%, según las estimaciones del Ministerio de Industria. Este cálculo, que supondrá un alza para un recibo medio (hasta 10 kilovatios de potencia contratados) de alrededor de un euro al mes, es también el que ha hecho la patronal eléctrica Unesa, que prevé un encarecimiento de entre el 2% y el 3%.

En todo caso, el aumento definitivo no se podrá establecer hasta celebrar, el día 15, la subasta de energía entre las empresas comercializadoras de último recurso. Ese es uno de los elementos, junto con las tarifas de acceso, que sirven para establecer el incremento del precio de venta. El aumento que se decida es el que tendrán que aplicar las comercializadoras de último recurso (CUR) autorizadas.