Telefónica anunció ayer un acuerdo con Portugal Telecom (PT) para comprar su participación del 30% en la operadora brasileña de móviles Vivo por 7.500 millones de euros. La compañía que preside César Alierta pagará 1.800 euros más de lo que ofreció en mayo a la operadora lusa, pero finalmente ha logrado lo que pretendía: convertirse en la operadora de telecomunicaciones líder de Brasil, gracias a que a partir de ahora podrá comercializar combinados los servicios de su filial de fijo, Telesp, con los de la telefonía móvil de Vivo. La firma española pagará 4.500 millones de euros al cierre de la operación de adquisición, previsto para dentro dos meses. Después pagará otros 1.000 millones el 31 de diciembre, y los últimos 2.000 millones el 31 de octubre del 2011. Una vez la operación obtenga la aprobación de las autoridades regulatorias brasileñas, Telefónica presentará una oferta pública de adquisición (opa) sobre el resto de las acciones de Vivo (el 3,8% del capital social), por unos 800 millones.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, celebró el acuerdo entre Telefónica y PT, y destacó que el Gobierno ha mantenido una "actitud prudente, no tibia", y de apoyo a una solución dialogada.