Telefónica alcanza un beneficio neto de 3.331 millones de euros en el año 2018, lo que supone un crecimiento interanual de 6,4%. Sin embargo, la operadora española ha visto como se reducían sus ingresos en un 6,4% (48.693 millones de euros) en el mismo periodo debido, fundamentalmente, a la depreciación de las divisas, pues en términos orgánicos, los beneficios se elevan un 2,4%.

El presidente de la compañía, José María Álvarez Pallete, definió durante la rueda de prensa en la que presentó los resultados que el 2018 era el «ecuador en la transformación de Telefónica» y el 2019 será «el año que confirme ese paso del ecuador, para dejar de ser una compañía solo de telecos a algo más relevante para nuestros clientes», agregó. En este sentido, Pallete, que dibujó una Telefónica cada vez más digital, pidió una regulación igual tanto para ella como para las nuevas plataformas que «viven» de los datos y que no están expuestas a la regulación de telecos española. «Nosotros pedimos mismo servicio, mismas reglas y mismas obligaciones», agregó.

La operadora logra reducir por séptimo trimestre consecutivo su gigantesca deuda hasta situarla en 41.785 millones de euros, un 5,5% más baja que a cierre de 2017, es decir, 2.445 millones de euros inferior que el año pasado. Entre los motivos de esta reducción están la generación de caja libre (4.904 millones de euros), las desinversiones financieras netas (392 millones de euros), y otros factores por importe neto de 532 millones de euros. Por la contra, incrementan la deuda la retribución al accionista y los compromisos de origen laboral en alrededor de 2.300 millones.

Así, desde la llegada de Pallete a la presidencia de la compañía en abril de 2016 la deuda se ha reducido en aproximadamente 12.000 millones de euros,muy cerca de los 13.000 millones que la compañía pretendía utilizar para reducir deuda cuando intentó la venta de O2 en Reino Unido.