El presidente de Telefónica, César Alierta, anunció ayer un plan para invertir 3.000 millones de euros (medio billón de pesetas) hasta el 2008 en el desarrollo de conexiones ADSL (acceso rápido a internet) en España. Esta inversión es la espina dorsal de la ofensiva que planea Telefónica para hacerse con la mayor parte del pastel del ADSL que, según los cálculos de la multinacional, pasará de los 3,3 millones de conexiones actuales a 7,7 millones en cuatro años. La inversión irá acompañada de una oferta comercial "más flexible", con distintas ofertas de facturación para los clientes.

Telefónica ve en el desarrollo del ADSL su oportunidad para compensar la pérdida de cuota en el mercado de voz y las rebajas en las tarifas que impone el vigente sistema de precios máximos (price cap ).

De los 3,3 millones de accesos actuales, más de dos millones pertenecen al grupo Telefónica --que ya ha invertido 2.000 millones de euros en este negocio desde el 2001-- y el resto, a operadores como Auna y Ono.

Alierta aprovechó su intervención en el 18º Encuentro de las Telecomunicaciones, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), para pedir un mayor liberalización en los precios de la banda ancha. En concreto, pidió la liberalización de la oferta mayorista de ADSL (de Telefónica a otros operadores) en áreas donde haya competencia en infraestructuras. También pidió eliminar rigideces en los precios minoristas.

CRITICAS A LA NORMATIVA El presidente de Telefónica hizo recuento en Santander de las ingentes inversiones de la compañía durante los últimos años en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). En el 2003, la multinacional invirtió 1.900 millones de euros (el 7% de sus ingresos) en I+D+i, de los que 1.300 se aplicaron en España.

Con la fuerza de estas cifras, el presidente de Telefónica advirtió de que el llamado "riesgo regulatorio" en España (la aprobación de normas en sectores regulados por el Gobierno) es la mayor amenaza para la inversión en innovación tecnológica. Por ello, Alierta abogó por una regulación que vaya acompasada al desarrollo de los mercados.

Frente a esto, Alierta criticó la actual normativa caracterizada, en general, por "la uniformidad de las ofertas, la rigidez en la evolución de la oferta minorista por su vinculación con la mayorista y el esquema de traslado de riesgo del operador entrante a Telefónica".

Alierta criticó, asimismo, que en momentos en que Telefónica empieza a desarrollar un nuevo mercado, como ocurrió con las líneas ADSL, las autoridades no se preocupan de apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías, sino de la cuota que controla la multinacional en mercados ya existentes, como el de voz.

Según Alierta, es imprescindible el compromiso de los reguladores --fundamentalmente, el Gobierno-- con la banda ancha (ADSL), ya que constituye una tecnología "clave para la creación de riqueza y para el crecimiento económico".

PRECIOS MAXIMOS Una de las normas que atenaza el balance de Telefónica es el sistema de precios máximos (price cap ) impuesto por el anterior Ejecutivo del PP para evitar subidas excesivas que pudieran elevar la inflación. El anterior Gobierno pretendía eliminar el price cap en el 2005. Ayer, el presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), Carlos Bustelo, dijo en Santander que las circunstancias actuales pueden justificar mantener el sistema un año más.

Antes de eliminar el sistema de price cap , la CMT quiere concluir su informe sobre la competencia del sector. Bustelo dijo que el sistema de precios máximos fue "muy suave" para el 2004 y que habrá que esperar la propuesta del Gobierno sobre el 2005 antes de valorar el posible impacto sobre Telefónica.