En plena crisis del coronavirus, Telefónica y Liberty Global han alcanzado un acuerdo para unir sus negocios en Reino Unido en una sociedad participada al 50% por ambas y crear un coloso de las telecomunicaciones en ese país. Un paso de gigante en la estrategia puesta en marcha hace seis meses por el presidente de la teleco, José María Álvarez-Pallete, hacia una nueva Telefónica enfocada en cuatro mercados: Alemania, España, Reino Unido y Brasil.

«Hoy es un gran día para Telefónica, es la mayor operación corporativa que hemos anunciado en nuestra historia», celebró ayer Álvarez Pallete en un encuentro virtual con medios. La unión de la operadora de banda ancha fija Virgin Media (Liberty) y la de móvil O2 (Telefónica) dará lugar a un grupo integrado con más de 46 millones de suscriptores de vídeo, banda ancha y conectividad móvil que desvancará al líder British Telecom, el único grupo convergente del mercado británico.

La sociedad resultante de la fusión tendrá un valor de 38.000 millones de libras (43.400 millones de euros), de los que 12.700 millones de libras (14.500 millones de euros) corresponden a O2, 18.700 millones de libras (21.400 millones de euros) a Virgin Media, y el resto en generación de sinergias. El consejo de administración estará formado por ocho miembros, cuatro de cada parte, y una presidencia no ejecutiva rotatoria cada dos años, que corresponderá en primera instancia a Liberty Global.

Telefónica recibirá 5.700 millones de libras (6.500 millones de euros) tras un pago en efectivo de 2.500 millones de libras y otro tras la emisión de deuda, mientras Liberty Global recibirá 1.400 millones de libras (1.600 millones de euros). Los beneficios se apoyarán sobre las sinergias, que se cifrarían en 540 millones de libras (620 millones de euros) anuales a partir del quinto ejercicio completo, equivalente a un valor neto actual de 6.200 millones de libras (7.100 millones de euros). El cierre de la operación se prevé que se produzca a mediados de 2021, tras la aprobadación de las autoridades regulatorias y de competencia.

DIVIDENDO/ Telefónica presentó ayer sus resultados del primer trimestre de 2020 con una caída del beneficio del 56,2%, hasta los 406 millones de euros. Unos resultados que llevaron a la compañía a abandonar sus objetivos financieros para este año, pero no su dividendo previsto de 0,40 euros por acción. La compañía dará a sus accionistas la opción de recibir el pago del segundo tramo del dividendo de 2019 (junio de 2020) y el primer tramo del dividendo de 2020 (diciembre) mediante la modalidad de dividendo flexible voluntario, es decir, mediante la emisión de nuevas acciones.

Álvarez-Pallete, que no esperaba un reconocimiento inmediato en la bolsa por el efecto del coronavirus y porque la noticia se había filtrado unas horas antes, se mostró convencido de que tanto el anuncio del acuerdo con Virgin como el de mantener su política de dividendos hacen a la compañía «más fuerte» y esto repercutirá en las acciones de la operadora, dijo.