Documentos que maneja la Fiscalía Anticorrupción prueban que la productora holandesa Endemol vendió parte de sus activos un día antes de que Telefónica ejecutase su compra. En concreto, la productora holandesa se deshizo de Endemol International Distribution, la filial encargada de la distribución de contenidos, cuyos activos incluían 600 horas de películas y series de televisión producidas para el mercado de Estados Unidos. Esta empresa fue comprada por el grupo canadiense CanWest Entertainment.

La operación supuso un grave quebranto económico para los tres millones de accionistas de la operadora de telefonía española. Dado que la distribución de contenidos aportaba a Endemol un 12,3% de su cifra de negocios, ello supone que Telefónica pagó por dicha área de actividad 668 millones de euros (111.146 millones de pesetas) --cifra que equivale al 12,3% de los 5.435 millones pagados en total por la productora--, según publica la revista Interviú en su última edición.

PERDIDAS DE LOS ACCIONISTAS

La compra se materializó el 2 de agosto del 2000. Pero, en realidad, Endemol había vendido un día antes su división de distribución de contenidos por 97 millones de euros (16.139 millones de pesetas). De esta manera, los accionistas de la operadora perdieron 571 millones de euros (95.000 millones de pesetas) en la inusual transacción.

Un portavoz de Telefónica, en declaraciones a la revista, aseguró que "no existe ningún documento en los archivos de la compañía en relación con la venta de la filial de Endemol a CanWest", por lo que declinó pronunciarse sobre la operación. La compra de Endemol por parte de Telefónica se realizó en el 2000, durante la presidencia de Juan Villalonga, entonces amigo íntimo del presidente del Gobierno, José María Aznar. Diversos analistas destacaron en su día, que el precio que pagó Telefónica era excesivo.

La compañía pagó 5.435 millones de euros (más de 900.000 millones de pesetas) cuando la valoración de mercado de Endemol no superaba los 1.500 millones de euros (250.000 millones de pesetas). Pero el altísimo precio pagado no es el único aspecto sospechoso de la operación. El hecho de que Endemol se desprendiese de parte de sus activos un día antes de integrarse en Telefónica es realmente inusual. Además hay otras dos circunstancias que convierten esta operación en anómala: la venta se ocultó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y se produjo por el valor en libros de Endemol International Distribution, es decir, sin obtener beneficio alguno.

Según explica la revista, el folleto enviado a la CNMV el 1 de agosto del 2000, en el que se da cuenta de la ampliación de capital destinada a financiar la operación, Telefónica no incluye comentario alguno sobre la venta. Se menciona, sin embargo, que Endemol procedía a la enajenación de su participación del 25% en la distribuidora alemana de películas Helkon Media AG.

DESCONOCIMIENTO

El folleto textualmente afirma: "Telefónica era conocedora de la mencionada venta, desconociéndose el impacto que la misma tendrá en los resultados de Endemol". En ningún momento se menciona la venta de Endemol International Distribution, que también se produjo el 1 de agosto, si bien el acuerdo de compraventa se cerró en julio.