Como ya han hecho otras operadoras europeas, Telefónica fusionará sus negocios de telefonía fija y móvil. Por eso, propondrá al consejo de su filial de móviles, de la que posee una participación del 92,46%, un plan de fusión con una ecuación de canje de cuatro acciones de la matriz por cada cinco de su filial. Esta propuesta supone valorar las acciones de Telefónica Móviles por debajo de los 11 euros de la oferta pública de venta (OPV) de noviembre del 2000. El objetivo es integrar la filial en su estructura y sacarla de bolsa.

La propuesta de canje está sujeta a los informes de valoración de ambas compañías, que se presentarán en los próximos consejos de administración de Telefónica y Telefónica Móviles (los días 29 y 27 de marzo, respectivamente). El consejo de la matriz propondrá a la junta una ampliación de capital de 261,3 millones de acciones, por 3.475,5 millones de euros.

A cierre de ayer, el canje fijado supone valorar la acción de Telefónica Móviles en 10,56 euros por título. La matriz bajó el 0,9% hasta los 13,20 euros, mientras Móviles subió el 2,19% hasta los 10,72 euros. Antes de la suspensión, la filial llegó a cotizar, por primera vez, a 11,50 euros. Desde Telefónica se subrayó que si se suman los dos dividendos ofrecidos por la compañía, el precio se acercaría más a los 11 euros a los que salió a bolsa. Fuentes del mercado apuntaron ayer la posibilidad de que Móviles ofrezca un dividendo adicional a los accionistas.

DIFERENCIA DE CRITERIO Varias sociedades de bolsa insistieron ayer en que la operación es razonable tanto para la matriz como para los accionistas de la filial. Pero ese criterio no es del todo compartido por los analistas.

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) manifestó ayer su rechazo a la operación. Señaló que "el objetivo de la operadora no es otro que el de eludir el control de la CNMV y la aplicación de la ley de OPA, mostrando una vez más un absoluto desprecio hacia los pequeños accionistas".

A precios de ayer, Telefónica tendría que invertir más de 4.100 millones de euros para poder hacerse con el control de su filial de móviles, de la que en el mercado bursátil cotizan el 7,5% de las acciones.