El petróleo volvió a alcanzar ayer máximos al crecer de nuevo los temores de que Rusia, segundo exportador mundial, puede reducir su oferta de crudo por la crisis de la petrolera Yukos.

El Brent, calidad de referencia en Europa, acarició la cota máxima de 40 dólares, un nivel no visto desde la guerra del golfo Pérsico en octubre del 1990, al llegar a marcar un máximo en la sesión de 39,90 dólares. El crudo de EEUU, por su parte, se disparó hasta precios sin precedentes, al alcanzar un máximo en la sesión de 43,60 dólares. Los analistas prevén nuevas subidas en los próximos días.

En el mercado existe el temor de que la OPEP, el cártel de países exportadores, no pueda suplir la carencia de oferta procedente de Rusia, si se da el caso. La OPEP exporta en la actualidad por encima del 95% de su capacidad, el nivel más alto en los últimos 25 años, lo que deja escaso margen de maniobra ante imprevistos. Además de las amenazas a la oferta, a las que se suman también los temores a atentados en Arabia Saudí, el primer exportador mundial; la demanda no para de crecer, con un fuerte tirón de EEUU, el primer consumidor mundial, y China, cuyo consumo se ha disparado en los últimos meses.

DEUDA FISCAL La vuelta a niveles récords, que incluso superó los alcanzados el mes de junio, comenzó el pasado miércoles, cuando corrió la noticia de que las autoridades rusas prohibían a Yukos, que carga con una enorme deuda fiscal, exportar. Con posterioridad se desmintieron estas informaciones, pero ayer renacieron los temores.

Los administradores públicos han otorgado a la petrolera Yukos un mes para que pague su deuda tributaria, que la compañía, que tiene congeladas todas sus cuentas, a duras penas puede pagar. Esta noticia hizo renacer el miedo a que la petrolera, cuyo principal accionista, Mijail Jodorkovski, se encuentra en prisión, quiebre y cese en su actividad.

Según los analistas, el mercado no puede prescindir en la actualidad de los 1,7 millones de barriles diarios que exporta esta compañía, que produce la quinta parte de todo el petróleo ruso.

A los expertos también les preocupan las interrupciones en las exportaciones de Irak, el segundo país con las mayores reservas de crudo del mundo, después de Arabia Saudí. Con todo, las autoridades iraquís afirmaron ayer que esperaban alcanzar una media de exportaciones de 1,7 o 1,8 millones de barriles diarios en agosto, frente a los 1,5 millones de julio.

Aunque las previsiones son bastante optimistas, Bagdad ha incumplido en más de una ocasión sus objetivos debido a sabotajes en los oleoductos y otros actos de la resistencia en el país.