El grupo inmobiliario Temple ha presentado una solicitud de concurso de acreedores en el juzgado de lo mercantil número 1 de Valencia y ha iniciado las gestiones con las entidades financieras, y lo hará en los próximos días con los subcontratistas, para no paralizar las obras. En un comunicado, la empresa valenciana, conocida comercialmente como Nou Temple, alega que "en las últimas semanas" no ha podido pagar a sus proveedores debido a una falta de liquidez, que está determinada por la "notoria crisis" de ventas del sector inmobiliario y por las "restricciones crediticias adicionales" de las entidades financieras.

La compañía ha destacado que ha optado por el concurso voluntario -presentado el pasado día 25 de marzo-, y no a instancias de sus acreedores, lo que le proporciona "más operatividad" en su gestión empresarial para poder entregar en plazo las 500 viviendas que tiene vendidas de un total de 1.500 en promoción. Los administradores de la compañía confían, según la propia empresa, en poder subsanar esta situación "en un plazo de meses", dado que el activo supera las deudas contraídas.

En los próximos días, prevé comenzar las gestiones con los subcontratistas afectados, para que no se interrumpan las obras en curso. En Valencia, Nou Temple, de capital valenciano, tiene una trayectoria de más de 10 años y en este periodo ha entregado cerca de 5.000 viviendas. Sus previsiones, según su página web, eran duplicar esta cartera en 3 años con la puesta en el mercado de unas 5.000 viviendas entre la Comunitat Valenciana, Cataluña y las Islas Baleares.