La compañía automovilística (y de ingenios aeroespaciales, entre otros campos) Tesla pondrá en el mercado una nueva emisión de acciones por valor de 4.277 millones de euros (5.000 millones de dólares) en los próximos días. Aprovechando que los títulos de la empresa liderada por Elon Musk ha multiplicado sus títulos por más de siete puntos en el último año, Tesla realizará antes de que acabe 2020 una nueva ampliación de capital, la segunda tras la que efectuó el pasado mes de septiembre y por el mismo importe.

Para esta edición de acciones, Tesla ha firmado un acuerdo (con pago de comisiones del 0,25% sobre el precio de venta) con los principales bancos. Así, cualquier accionista que desee adquirir los títulos deberá hacerlo a través de las entidades Goldman Sachs, Citigroup, Barclays, BNP Paribas, Bank of America, Credit Suisse, Deutsche Bank, Morgan Stanley, Société Générale y Wells Fargo. En la primera emisión del pasado septiembre la comisión para los bancos se situó en el 0,5%. Tesla cotizó el lunes en 498,32 dólares por acción.

Para la nueva operación se estima que la empresa ponga en circulación algo más de 7,79 millones de nuevas acciones, lo que elevaría el número total de títulos hasta los 955,7 millones. La compañía ha señalado que el número final de acciones dependería del precio al que coticen los títulos. Además, han anunciado que cada día designarán el número máximo de acciones que se venderán a través de las entidades seleccionadas, o en su lugar acordarán con los bancos el precio máximo de venta.

Problemas con la planta de Alemania

Problemas con la planta de AlemaniaAdemás de este anuncio de ampliación de capital, Tesla también ha sido protagonista tras los últimos problemas con la justicia alemana en relación con su planta de producción al sur de Berlín, con la que la marca espera lograr una producción anual de 500.000 vehículos. El pulso con los colectivos ecologistas (la asociación Grüne Liga en Brandemburgo) les ha llevado a tener que suspender temporalmente la tala de árboles en la zona, con una superficie de bosque de unos 82,8 hectáreas, en la que Tesla trabaja en la ampliación de su planta de coches eléctricos (cuya puesta en marcha está prevista para el próximo año).

El tribunal de Fráncfort que ha determinado la paralización temporal de la tala, señala que la decisión es temporal. El juez estima que la operación de tala es contraria a la legislación medioambiental alemana, tanto por lo referente a los bosques como al impacto negativo al hábitat de serpientes y lagartijas. El pasado mes de febrero ya tuvieron que paralizar provisionalmente la tala de 90 hectáreas de árboles en la zona, ya que en esa ocasión los daminificados eran los pájaros y las hormigas. La compañía inició los trabajos de construcción y ampliación de la planta antes de recibir el informe definitivo de la justicia alemana, que autorizó la operación aunque advirtiéndoles que no estaba decidida.