A Tesla todo le sale bien e incluso Elon Musk parece haber aprendido a burlarse de la SEC, el regulador del mercado estadounidense, por Twitter sin que ello afecte a la cotización de su empresa. Este miércoles por la noche, la firma de coches eléctricos presentó el balance productivo del segundo trimestre, período en el que tuvo que cerrar su planta de Fremont, California, durante "la mayoría del tiempo". Según sus datos, produjo 82.272 unidades y entregó 90.650, un 4,9% menos. Son cifras positivas que han sorprendido a los inversores, cuyas estimaciones apuntaban a poco más de 74.000 entregas.

Del total de vehículos vendidos, 80.050 correspondieron al Model 3 y al SUV Model Y, mientras que el resto fueron Model X o Model S. Tras conocerse la noticia, la jornada del jueves en la bolsa de Nueva York fue toda una fiesta para Tesla. Antes de anunciar las cifras, la compañía ya cotizaba por encima de los 1.000 dólares por acción y ya era la marca más valiosa del mundo, por encima de Toyota, si solo se tiene en cuenta la capitalización bursátil. Al cierre del jueves, Tesla marcaba un precio de 1.208,66 dólares por acción, un 7,95% más, hecho que incrementó su valor total hasta los 224.200 millones de dólares (199.600 millones de euros), muy por encima de los 174.200 millones de dólares (155.000 millones de euros).

Elon Musk lo celebra burlándose de la SEC

Elon Musk, CEO de Tesla, y la SEC, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, han tenido sus más y sus menos durante la historia reciente de la marca. Desde un tuit publicado por el sudafricano en agosto de 2018, asegurando que disponía del dinero para sacar a Tesla del mercado, la firma de coches eléctricos y la SEC han mantenido una guerra abierta que culminó con Musk apartado de la presidencia de su marca y con la obligación de que sea revisada cada publicación en Twitter que haga referencia a la empresa.

Para celebrar el buen rendimiento de su marca en bolsa, Elon Musk publicó el jueves una serie de cuatro tuits que fueron, progresivamente, convirtiéndose en una burla hacia la SEC. Las estimaciones de entregas de Tesla apuntaban a una caída más significativa, lo que habíra supuesto un escenario propicio para vender en bolsa, por lo que las expectativas animaban a los inversores a tomar lo que se conoce como una posición corta ('short position'), es decir, a convertirse en ('shortsellers'). Con estas palabras jugo Elon en sus mensajes jugando con el significado de 'short' en bolsa y en moda, refiriéndose a pantalones cortos.

En el primer mensaje, Elon preguntó: "¿Quén lleva 'shorts' cortos?". Lo que podría haberse quedado en un guiño incluso elegante evolucionó hasta un segundo mensaje en el que aseguró que "Tesla producirá 'shorts' cortos fabulosos en rojo satinado con adornos dorados", al que siguió aún otro mensaje ya refiriéndose a la SEC. "Mandaré algunos a la Comisión de Enriquecimiento del Vendedor en corto (Shortseller Enrichment Comission) para consolarles en estos tiempos difíciles". Musk no quiso despedirse sin mandar otro recadito a la SEC en forma de mensaje obsceno.

Ninguno de los cuatro mensajes hace referencia a Tesla, por lo que no tuvieron que ser revisados. Todavía es pronto para saber si la SEC abrirá algún tipo de investigación a Elon Musk por sus mensajes, aunque esta vez es poco probable porque no tuvieron un impacto en la bolsa.