El Tesoro Público adjudicó ayer un total de 2.400 millones de euros en obligaciones del Estado a 10 y 15 años, dentro de la franja de importe que tenía prevista, pero a costa de hacerlo a los precios más altos en una década. Esa fue una de las consecuencias de la presión de los inversores en los últimos días y de la advertencia realizada anteayer por Moody´s sobre la solvencia de la deuda española.

Ayer mismo, la agencia advirtió de que puede rebajar aún más la de Grecia, situada ya en Ba1, una nota para emisores de deuda muy poco fiables. La subasta española se cerró ayer con las obligaciones a 10 años con una rentabilidad marginal del 5,485%, el 18% más alta que la de la anterior puja de noviembre, y el segundo nivel más elevado desde 1997, según los datos estadísticos del Tesoro. Los activos a 15 años, con un rendimiento marginal del 5,986%, se situaron en la segunda cota más alta también desde 1997, y el 31,50% más caros que en la subasta de hace aproximadamente un mes.

MAS DEMANDA QUE OFERTA La demanda fue inferior que en otras ocasiones, pero superó de nuevo a la oferta. En las obligaciones a 10 años, los 1.782 millones de euros adjudicados estuvieron por encima de los 2.984 millones de euros solicitados; y en la de deuda a 15 años, los 618 millones colocados en la subasta significaron menos de la mitad de lo demandado. Los importes de las pujas también son inferiores, después de que el Ministerio de Economía decidiera el mes pasado reducirlas, para rebajar al máximo los costes de financiación.

En todo caso, los mercados mantuvieron el nerviosismo ante la reunión de jefes de Estado y gobierno de la Unión Europea (UE) porque, tras la puja, en el mercado secundario, el bono a 10 años subió al 5,50% y al plazo de 15 años, hasta superar el nivel del 6%.

La prima de riesgo de la deuda española se elevó tras la subasta de obligaciones hasta el entorno de los 270 puntos básicos (2,7 puntos porcentuales) con respecto al bono alemán a 10 años. Posteriormente, se estabilizó en torno a los 250 puntos básicos, una cota en la que permanece en los últimos días.