No en todos los productos financieros repercute directamente el aumento del precio del dinero, pero en algunos segmentos la subida casi se aplica de forma automática. "Comprar un coche será un poco más caro, porque las financieras sí que trasladan la subida de tipos de interés", explica Salvador Maldonado, director de la entidad de financiación de consumo Banco Cetelem. Maldonado señala, no obstante, que la fuerte competencia en el sector puede provocar que las financieras aprieten sus márgenes y no apliquen la subida directamente.

Pero en la medida en que aumentan los tipos --la tasa media está entre el 6,5% y el 7%-- también se dilatan los plazos con el objetivo de hacer más cómoda la amortización. "En poco más de un año se ha pasado de 60 a 72 meses de media", explica. Ese plazo, sin embargo, se encuentra ya al máximo, pues se considera que cinco años es el margen habitual para cambiar el vehículo. Si se dilata la amortización, el usuario puede acabar pagando dos vehículos a la vez. Esa situación sí que se produce con la refinanciación. Al incluir en una hipoteca la financiación de créditos de consumo puede que un vehículo se pague durante más de 15 años. M. J. B.