La especulación domina el mercado. El principio de que todo lo que sube baja y de que las alegrías son efímeras se impuso ayer finalmente. El Ibex 35, tras el fuerte ascenso de la jornada anterior, solo frenado por la insalvable barrera de los 13.000, cerró con una corrección del 1,12% hasta los 12.803 puntos.

La reunión del Banco Central Europeo, que mantuvo el precio del dinero, dejó frío al mercado. En cambio, la subida de las quiebras hipotecarias en EEUU empujó al inversor a decantarse por las ventas. El dólar, el petróleo, y el oro volvieron a actuar como imanes y auténticos valores refugio.

En la bolsa española, al igual que en el resto de mercados, el sector financiero pagó los platos rotos del aumento de los impagos hipotecarios en EEUU, que ahora están a su mayor nivel desde 1986. El Santander y el BBVA perdieron el 2,5%. Bankinter (2,98%) también recibió el castigo del inversor, mientras que Banesto, el Popular y el Sabadell cerraron con correcciones cercanas al 2%.

Entre el resto de valores, destacaron las bruscas correcciones de Mapfre (-4,25%) y de Telecinco (-4,24%). Sacyr perdió más del 3%, mientras que los grandes del parquet, como Repsol (-2,44%) y Telefónica (-1,34%), tampoco fueron capaces de eludir las ventas.

Las eléctricas y compañías energéticas y vinculadas se salvaron de la quema general. La fabricante de aerogeneradores Gamesa subió el 3,97% por la recomendación de compra de Citigroup. Por su parte, Unión Fenosa ganó el 2,91%, seguida de Iberdrola (1,73%), Renovables (1,71%), Endesa (1,3%) y Enagás (1,07%). Gas Natural y REE cerraron casi planas. Fuera del Ibex 35, las mayores caídas fueron para las inmobiliarias Astroc (-6,46%), Martinsa Fadesa (-5,66%) y Aisa (-5,26%). Prisa (-4,64%) se situó, otra vez, entre los peores valores del parquet de ayer, y en seis sesiones consecutivas a la baja pierde el 17% de su capitalización. Dinamia e Inbesós lideraron, por su parte, los números negros, con alzas del 4,5%.