En los debates, de momento, solo hay una coincidencia: hay que hacer reformas. ¿Pero cuáles? Los emergentes piensan en un sistema de control de la gran banca, con lo que ya apuntan dónde ven a los culpables. Viejos líderes mundiales apelan a cambios en profundidad porque creen que es una crisis sistémica.UNIÓN EUROPEA

Europa propone más regulación y control

La Unión Europea (UE) defenderá en Washington una reforma profunda del sistema financiero mundial, que garantice una regulación y supervisión "proporcional y adecuada" a todas las entidades financieras, productos, fondos, segmentos del mercado y territorios. El objetivo es evitar que siga ocurriendo como ahora que partes muy importantes del sector financiero escapen a cualquier regulación y control.La UE quiere que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se convierta en la pieza central de la futura arquitectura financiera, con poderes, capital e instrumentos reforzados para detectar, prevenir y gestionar la crisis financieras, ayudar a los países en dificultades y "ejercer plenamente su papel su supervisión macroeconómica".El presidente francés y presidente semestral de la UE, Nicolas Sarkozy, es el principal promotor de esta reforma y ayer logró en Niza el apoyo del presidente ruso, Dmitri Medvedev, al ambicioso plan europeo y a la celebración de una nueva cumbre mundial del Grupo de los 20 en el primer trimestre del año próximo para aplicar las reformas.La UE ha dado ya el primer paso en esa reforma con el proyecto de regulación de las agencias de valoración de activos (rating), a las que se considera como uno de los principales responsables de la actual crisis por sus erróneas e interesadas calificaciones de máxima seguridad a activos de alto riesgo y escaso valor.Sarkozy quiere lograr en Washington un compromiso para que la regulación de las agencias de rating, una actividad monopolizada por EEUU, sea mundial. Y aspira a consensuar una convergencia sobre las normas contables para revisar la regla de valor de mercado para los activos financieros, impuesta durante la burbuja financiera y que con la caída de las bolsas ha acentuado las dificultades de los bancos.La UE reclama un código de conducta que ponga fin a la actual asunción de riesgos excesivos por parte de las entidades financieras y que incluya una revisión de los sistemas de remuneración del personal, que precisamente fomentan esos riesgos desmedidos y las burbujas especulativas. Además, la UE defenderá un supervisión multinacional de los grandes grupos financieros internacionales. ELISEO OLIVERASESTADOS UNIDOS

Bush intenta frenar el intervensionismo

George Bush podría haberlo dicho más alto pero no más claro: "La respuesta a la crisis no es reinventar el capitalismo". Ayer mismo, antes de recibir a los líderes mundiales participantes en la cumbre, insistía en que en Washington se inicia un proceso que llevará su tiempo. Esta es la postura estadounidense: si bien es cierto que la crisis ha evidenciado la necesidad de aumentar la supervisión y las regulaciones de los mercados financieros, no hay que caer en la trampa de que el ambiente de premura lleve a diseñar un sistema excesivamente intervencionista.Por eso, en su discurso de apertura de la cumbre Bush prevé efectuar una apasionada defensa del libre mercado, el libre comercio y las liberalizaciones. Para la Casa Blanca la cumbre no es un nuevo Bretton Woods, sino un foro para analizar las causas de la crisis, ver qué medidas inmediatas pueden coordinarse para reactivar la economía a corto plazo y establecer un marco de consenso sobre qué tipo de reformas son necesarias. Reforma es la clave, no refundación. Más que crear nuevas instituciones internacionales, la Casa Blanca prefiere reforzar el papel de organizaciones ya existentes, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.Desde el principio, los ímpetus de países como Francia no han sido bien vistos en Washington. La misma idea de la cumbre fue recibida con escepticismo, aunque al final la Administración Bush aceptó la iniciativa de Nicolas Sarkozy. Pero en la Casa Blanca disgusta la sensación de que algunos países intentarán culpar de la crisis a EEUU y las políticas neoliberales que esta Administración en concreto defendió con fervor hasta que de pronto se convirtió en una nacionalizadora parcial de bancos ante la magnitud de la crisis. Bretton Woods fue uno de los pilares tras la segunda guerra mundial en los que se creó la hegemonía de EEUU. Un segundo Bretton Woods, por definición, minaría esa posición.Además, la cumbre le llega en un momento de transición, con un impopular presidente de salida y uno muy popular aguardando al 20 de enero. Los equipos de Obama y Bush han trabajado en coordinación, pero el demócrata prefiere no dejarse ver en la cumbre para no dar un mensaje equivocado de bicefalia. Bush sigue siendo el presidente de Estados Unidos, y Barack Obama no ha enviado ninguna señal de que la postura del presidente en la cumbre difiera de la suya. J. CAÑETE BAYLEESPAÑA

Experiencia en crisis bancarias y prudencia

España lleva a Washington su experiencia en el desarrollo de un prudente sistema de supervisión y regulación financiera, de reconocido prestigio internacional, así como el diseño de estrategias anticrisis elogiadas por todos, incluso por el mundo anglosajón, que se autoerige como guardián de las esencias del capitalismo.Un ejemplo de regulación prudente es la obligación que el Banco de España impuso a las entidades en los años de bonanza para guardar entonces cantidades adicionales en sus provisiones. Las llamadas provisiones anticíclicas acumuladas por la banca española permiten ahora al sistema financiero contar con un grueso colchón de fondos para contrarrestar el fuerte repunte de la morosidad. El diseño español del fondo de garantía de depósitos, más flexible y con una mayor implicación del sector privado, es otra experiencia anticrisis que España puede exhibir como ejemplar en Washington. Ni en la durísima crisis bancaria española de los 70 y los 80 ningún ahorrador perdió sus depósitos.España defiende el desarrollo de un marco regulador mínimo, pero elevado, al que deberían someterse todos los territorios, incluidos los paraísos fiscales. Propone que los organismos supranacionales que deben vigilar el nuevo orden son el FMI y el Foro de Estabilidad Financiera, ambos reforzados y con una mayor representación de diferentes países.CINCO EJES Las propuestas españolas se articulan en torno a cinco ejes. El primero es la necesidad de reforzar la transparencia y la toma de decisiones eficientes. Aquí se incluye una mayor calidad y comprensión de la información sobre emisores y productos complejos, como los hedge funds (fondos de alto riesgo).El segundo eje busca reforzar la infraestructura de todos los mercados, incluidos los no organizados. El tercero alude al citado reforzamiento del marco prudencial y de supervisión. Un cuarto bloque propone que el nivel de deuda de familias y empresas forme parte del análisis para las decisiones de regulación y supervisión. Y, finalmente, en torno al quinto eje se articulan propuestas para un cambio de cultura en el gobierno de las empresas: cambio en la remuneración de directivos, hasta ahora muy vinculadas a resultados a corto plazo del beneficio y las cotizaciones. ROSA MARÍA SÁNCHEZ