Si el discurso del Gobierno es que no va a cambiar la reforma laboral pase lo que pase en la huelga general del próximo miércoles, el de los dirigentes sindicales es la cara opuesta, con continuas referencias a las experiencias de anteriores movilizaciones de este carácter. En este sentido, el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, se mostró ayer "absolutamente convencido" del éxito de la huelga que se traducirá "en un cambio de la política laboral" que se verá "en un espacio corto de tiempo".

El líder de CCOO evitó mostrarse desanimado por el resultado de las encuestas publicadas en los últimos días, que auguran un escaso seguimiento de la protesta y, en declaraciones a Radio Euskadi, aseveró que los trabajadores van siendo cada vez más conscientes "de que estamos ante una inflexión tremenda" en las relaciones de trabajo y que vale la pena intentar cambiar este rumbo.

Tanto los dirigentes de CCOO como los de UGT han reiterado en estas jornadas previas a la huelga que el objetivo de la convocatoria no es forzar un cambio de Gobierno, sino obligar a cambiar la política económica del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y piden que se oriente más en la obtención de ingresos mediante una reforma fiscal potente que no en el recorte de los gastos. Fernández Toxo advirtió ayer de que con los actuales planes de ajuste "no se crea ni un solo empleo".

CUMPLIR LOS ACUERDOS Uno de los puntos clave de la huelga de pasado mañana será el cumplimiento o no de los servicios mínimos. Las dos centrales mayoritarias, CCOO y UGT, alcanzaron un pacto con el Ministerio de Fomento para el sector de transportes, pero otros sindicatos convocantes, como la CGT se han desmarcado del acuerdo.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, hizo ayer un llamamiento a los sindicalistas para que respeten los servicios mínimos "a fin de que las personas que quieran ir a trabajar puedan hacerlo sin problemas, con normalidad, dentro de lo normal que puede ser una jornada de huelga general".

Sin embargo, incluso aunque se cumplan totalmente los servicios mínimos algunos ciudadanos tendrán muchos problemas para desplazarse con transporte público en algunas comunidades autónomas. Es el caso de los trabajadores que suelen utilizar en Cataluña los servicios ferroviarios de media distancia y regionales, en los que no hay servicios mínimos previstos.