El fabricante japonés Toyota cuantificó ayer el impacto de sus masivas revisiones de vehículos en unos 1.400 millones de euros, y planea reparar otro defecto, en los frenos, en 270.000 coches del modelo híbrido Prius en EEUU y Japón. Los 1.400 millones incluyen el coste de las revisiones de ocho millones de vehículos en todo el mundo por posibles fallos en el pedal del acelerador y relacionados con la alfombrilla del conductor, así como el impacto sobre las ventas.

Toyota ha fijado unas provisiones de 794 millones de euros para el control de calidad de los vehículos y de hasta 635 millones para cubrir un descenso de ventas de 100.000 coches (el 80% en EEUU).

Los directivos de Toyota minimizaron el posible fallo del Prius, el modelo estrella, que atribuyeron a "un problema de software " para el que ya se han tomado medidas. El presidente de Toyota, Akio Toyoda, aseguró ayer al secretario estadounidense de Transporte, Ray LaHood, que la compañía se toma "muy seriamente las preocupaciones sobre seguridad de EEUU".