Spanair dio ayer un nuevo paso para su reflotamiento. La asamblea de trabajadores aprobó la propuesta de la dirección de la aerolínea para llevar a cabo el traslado de 385 empleados de los servicios generales desde Palma a la nueva sede de la compañía en Barcelona a partir del próximo 15 de septiembre.

La última oferta de la empresa consistió en garantizar a quienes se muden un plus de 4.000 euros brutos --la mayoría cobra entre 850 y 1.100 euros-- y en aumentar las indemnizaciones de quienes rescindan voluntariamente sus contratos: 20 días por año trabajado más 750 euros lineales con un máximo de 12 mensualidades. A cambio, los trabajadores decidieron --por 117 votos a favor, 43 en contra y 5 abstenciones-- acabar con las jornadas de huelga que estaban efectuando desde el 7 de agosto, en protesta por este traslado.

Spanair facturó más de 1.000 millones de euros el año pasado. El objetivo de Ferran Soriano, presidente de la empresa, es que la segunda aerolínea española deje de tener pérdidas a finales del 2010.