El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha hecho un llamamiento a la sensatez y la cordura de la CEOE para que no "traspase la línea" y no juzgue la reforma laboral hasta que dé sus frutos en un contexto adecuado de crecimiento económico. Durante su intervención en el Foro Cinco Días, en Madrid, Gómez ha apelado también a "la prudencia y la mesura" para aplicar todas las reformas hasta que se puedan analizar sus resultados y ha afirmado que si entonces se ve que no son los esperados "sigamos entonces haciendo reformas". Ante las principales peticiones que hace la patronal, establecer un contrato único, modificar las condiciones de trabajo o primar el convenio de empresa para modificarlo a "discreción", Gómez ha dicho que lo que se pretende es dar "todo el poder de decisión al empresario".

El ministro ha rechazado esos supuestos "por muchos motivos" porque, según ha expresado, dotar al empresario de capacidad de discreción "no es nada más y menos que la negación de una parte por la otra en relaciones laborales". Gómez ha subrayado la necesidad de "consensos masivos" para que una sociedad esté cohesionada con "tradiciones y creencias" en un proyecto "de todos, no sólo de una parte" y ha recordado que España no ha sido un país de consensos fáciles y los que tiene se han conseguido con mucho esfuerzo. Por ello, ha pedido "no romper" el consenso que existe sobre el sistema laboral español, ya que es uno de los "más importantes que tenemos" y su pérdida sería "irreparable" ha recalcado Gómez.

Ante las críticas a las reformas laborales del Gobierno, el ministro ha insistido en que ninguna política crea empleo sin crecimiento económico y ha advertido de que nuevas reformas no lo harán e incluso podrían "empeorar" la situación. Asimismo ha reaccionado ante quienes dicen que La ley española es heredera del franquismo porque a su juicio es desconocer que muchas leyes se hicieron en periodo democrático. Ha recordado que la reforma laboral es la más amplia desde 1994 y que "refuerza" un principio básico en el ordenamiento laboral que es la "causalidad en el despido" y que no haya indefensión para el trabajador. Por ello ha dicho que no se puede "deslegitimizar" apelando a que supuestamente no crea empleo.

Sobre la necesidad de reducir los costes del despido, ha dicho que Alemania o Suecia mantienen "posiciones más elevadas" que España frente al despido y que lo que se pretende es aprovechar la ocasión para producir reformas que "están fuera de nuestra tradición laboral". Para Gómez, "no hay país que pueda tener éxito sin contar con su gente" y lo que se pretende es marginar el papel de los trabajadores, algo que nunca hizo Alemania, ni los países escandinavos, los centroeuropeos y los que tienen mayor éxito económico y mayor cohesión social. Ha recordado que España ha sido el que menos conflictividad social ha tenido durante la crisis y ha pedido a la CEOE que no "traspase la línea" y dé el salto hacia la unilateralidad.