El lema de la última campaña contra los accidentes laborales del Ministerio de Trabajo ha tenido efectos imprevistos. Evitar accidentes laborales es un trabajo en equipo es el mensaje que ha lanzado el ministerio en una campaña de publicidad que cuesta 3,6 millones de euros (599 millones de pesetas) y que ha provocado el enfrentamiento con la mayor parte de las comunidades autónomas.

El ministerio convocó una reunión el pasado jueves con los responsables de relaciones laborales para apaciguar la rebelión autonómica, con la promesa de que habrá más cooperación en el futuro. Sin renunciar al principio de caja única de la Seguridad Social, la nueva etapa permitirá contar con las comunidades en asuntos que les competan.

AUSENCIA CATALANA En el caso catalán, se trata de la discrepancia de más peso que han mantenido hasta ahora el ministro Jesús Caldera y el consejero de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañé. La ausencia de representantes de la Generalitat en la presentación en Cataluña de la campaña no se debió a problemas de agenda, como inicialmente dio a entender el ministerio, sino al malestar causado en el departamento de Rañé al considerar que no fue consultado.

Por su parte, la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) y la Asociación Nacional de Entidades Preventivas Asociadas (ANEPA) propusieron esta semana que el sector regule sus competencias a través del establecimiento de normas técnicas y de gestión comunes que permitan una mejora de la calidad en el servicio a las empresas.

Las mutuas advirtieron de que esta calidad no será posible hasta que "el empresario vea y sienta el servicio de prevención como lo que realmente es: un asesor en prevención que nunca puede asumir la responsabilidad empresarial", según el dirigente de AMAT Enrique Valenzuela.